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Gremios de transporte ratifican una adhesión clave al paro de la CGT

Sin embargo, continuarán negociando paritarias con los porcentajes que plantea el Gobierno. Los sindicatos ferroviarios se plegarán a la medida de fuerza, al igual que la UTA.

Buenos Aires. Los principales sindicatos del transporte salieron ayer a garantizar su adhesión al paro nacional de actividades convocado para el jueves 6 de abril por la CGT –el primero contra la política económica del gobierno de Mauricio Macri–, ante versiones que en los últimos días indicaban lo contrario.

La adhesión estratégica de esos gremios a la medida convocada por la principal central sindical será ratificada además por una reunión que la Catt (Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte) hará pasado mañana presidida por su titular, Juan Carlos Schmid, uno de los tres secretarios generales de la CGT.

Pero además de confirmar su adhesión a la huelga general, los sindicatos del transporte también anticiparon la definición de la negociación paritaria, cuya primera reunión será mañana para el caso de los ferroviarios (los maquinistas de La Fraternidad, la Unión Ferroviaria, señaleros y la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos), en términos similares con la posición del Gobierno nacional.

Así, el secretario general de La Fraternidad, Omar Maturano, dijo que reclamarán un aumento de 25 por ciento para este año, la inclusión de una cláusula gatillo de incremento automático del salario en caso de una inflación superior a la estimada por el Gobierno (entre 12 y 18 por ciento) y un bono compensatorio por la pérdida del poder adquisitivo en 2016 (que estimó en seis por ciento), que se pague con el medio aguinaldo de julio.

“Seguramente podremos arreglar en un 20 por ciento”, dijo Maturano en declaraciones periodísticas, quien consideró positiva la paritaria que el miércoles pasado acordó el sindicato de empleados de comercio, el más numeroso del país: 20 por ciento en dos tramos, pero que representan algo más de 18 por ciento, por ser no inmediatamente remunerativos.

Maturano confirmó, no obstante, que “el paro será total”, pero adelantó que desde su sindicato van a “esperar el diálogo”.

“Si no hay un cambio razonable en la política económica, seguramente el plan de lucha (de la CGT) va a continuar”, dijo.

Aunque también tendió un puente hacia el Gobierno al sostener: “No es mejor que el anterior, pero tampoco es peor. El gobierno anterior hacía presión a los gremios; este gobierno, no”, admitió.

Choferes y Uocra

La Unión Tranviarios Automotor (UTA) también ratificó su adhesión al paro. Así lo hizo mediante un comunicado en el que, además, le pidió al Gobierno la convocatoria a una mesa de “diálogo y consenso” con los “sectores del trabajo, partidos políticos, empresarios e Iglesia para tomar el compromiso de un Proyecto Nacional”. Se trataría de una mesa de mayor alcance de la que estaría dispuesta a armar la Casa Rosada, luego de la frustrada convocatoria de la Mesa para la Producción y el Trabajo.

La adhesión al paro también fue ratificada por el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, de los llamados “independientes” de la CGT, que conforman también la UPCN (estatales) de Andrés Rodríguez y José Luís Lingeri (Aguas Aysa). Desde Holanda, donde integra la comitiva que acompaña al presidente Macri, Martínez dijo que el paro será por la “falta de medidas y de gestión del Gobierno”. “Después del paro –agregó–, hay que tomar un camino productivo, de gestión y de sensibilidad”. La Uocra es otro de los sindicatos que ya tendrían acordado un acuerdo paritario similar al de los empleados de comercio, pero que se firmaría después de la huelga.

La negociación de acuerdos paritarios y el desembolso de dinero para las obras sociales son las herramientas con las que Trabajo busca minar la adhesión al paro. El ministro Jorge Triaca insistió ayer en meter una cuña al firmar que el paro se enmarca en “una actitud de confrontación”, aunque insistió en que mantiene diálogo con la dirigencia sindical, pese a “sectores más radicalizados que quieren imponer una agenda de debilitamiento”.

Dirigentes de la CGT y de la CTA llamaron ayer a la unidad sin­dical durante un encuentro en el que hablaron el camionero Pablo Moyano, el bancario Sergio Palazzo y el estatal Pablo Micheli, y que fue organizado por el legislador porteño Gustavo Vera, dirigente de confianza del papa Francisco.

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